Entre tantas cordas que formam os brinquedos, parece que houve uma revolução no processo de interatividade com as crianças e aprecio sempre a uma nova estrutura instalada na praça.Crianças subindo, descendo, ajudando o amiguinho (às vezes desconhecido).Enquanto se entrelaça numa corda, quase de cabeça para baixo, sobe, desce, olha de forma cuidadosa o outro da ponte, parece um medo, mas vai...mesmo com uma pequena ajuda do adulto que o acompanha. Tentativas de buscar a sua diversão e implicitamente o seu aprendizado...
Vão percebendo desafios, tomando decisões, entre tantas cordas, firmeza, atenção, confiança, opções... E tal surpresa quando um pequeno brincante se aproximou de mim ontem e com seus (creio) cinco anos de idade, me surpreendeu quando disse: “Gostaria de ser do seu tamanho!”. Minha reação foi quase automática, parecia que já estava pronta há muito tempo: “E eu do seu...”.
E continuou: “E o que você fez para ficar deste tamanho?”. Aí olhei a estrutura de metal, com tantas cordas e nós e com um sorriso saiu: “Foi um truque!” . Despedi-me gentilmente, aperto de mão, de uma forma que ele pudesse voltar alegremente para o brinquedo... Porque lá estava a resposta: entre os desafios das cordas, nós, estrutura, pontes... e abaixo com uma boa areia em caso de quedas, que faz parte do jogo (da vida, se quiser dizer assim) também...
Juegos en la plaza
Entre tantas cuerdas que forman los juegos urbanos, parece que hubo una revolución en el proceso de interactividad con los niños y aprecio siempre a la una nueva estructura instalada en la plaza. Niños subiendo, desciendo, ayudando el amiguito (a las veces desconocido). Mientras entrelazarse con una cuerda, casi de cabeza para bajo, sube, baja, mira de forma cuidadosa el otro del puente, parece un miedo, pero va...aún con una pequeña ayuda del adulto que lo acompaña. Intentos de aprovechar tu diversión e implícitamente tu aprendizaje...
Van percibiendo desafíos, tomando decisiones, entre tantas cuerdas, firmeza, atención, confianza, opciones... Y tal sorpresa cuando un pequeño jugador se acercó de mí ayer y con los tuyos (creo) cinco años de edad, me sorprendió cuando dijo: “Me gustaría ser de su tamaño (alto)!”. Mi reacción fue casi automática, parecía que ya estaba lista a mucho tiempo: “Y yo de lo tuyo...”.
Y continuó: “¿Y lo que usted hizo para quedarse de este tamaño?”. Ahí miré la estructura de metal, con tantas cuerdas y nudos y con una sonrisa me salió: “Fue un truco!” . Despedidme gentilmente, apretón de las manos, de una forma que él pudiera volver alegremente para el juego... Porque allá estaba la respuesta: entre los desafíos de las cuerdas, nudos, estructura, puentes... y abajo con una buena arena en caso de caídas, que hace parte del juego (de la vida, sí lo quieres decir así) también...
4 comentários:
"nunca pude subir a los juegos... nunca,
primero de pequeña, porque mi abuelita , con quién vivía no me dejaba, tenía miedo que algo me pasara...
después porque ha falta de práctica me volví torpe... y aún en los juegos del colegio no podía subir
entonces mi imaginación servía para pensar que si subía, que tenía amigos, que tenía papás, que hacía cosas que no hacía...
pronto me acostumbre a subir a libros, a pensar que las aventuras eran mías , que los personajes los conocía, terminaba cansada como si hubiera recorrido el mundo...
en el parque forestal en santiago, una noche con estrellas me subía a los juegos de madera, subí y me lancé por el resbalín, por los columpios, claro no logré trepar, porque aún soy torpe, pero esa noche me divertí mucho..., de verdad pensé que tenía cinco años y era como los demás...." Paulina
"Bonito análisis, creo que la vida es eso, un juego donde uno elije la cuerda que tomar y el camino a seguir!" Gianni
"Passei o final de semana refletindo sobre os percalsos da vida... e o bom é que realmente independente dos truques... nossos joelhos sempre ficam ralados da experiêcia..." Rodrigo Toledo
"Gracias" Paulina
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